Los pagos abiertos en transporte transforman costos, recaudo digital e impulsan inclusión financiera en toda la cadena.
En Latinoamérica, la modernización del transporte ya no depende solo de buses eléctricos o de la expansión del metro: el verdadero cambio se está dando en la forma en que los usuarios pagan por moverse.
El Metro de Ciudad de México inició en 2024 la transición hacia un sistema de pagos abiertos en transporte (open loop), permitiendo a los pasajeros pagar directamente con tarjetas bancarias sin contacto o con billeteras digitales fintech (iupana.com). Esto elimina la necesidad de una tarjeta cerrada exclusiva, reduce el uso de efectivo y acerca el transporte a la realidad digital de los usuarios.
Este no es un caso aislado: ciudades de Europa, Asia y ahora América Latina están adoptando ticketing abierto e interoperable, lo que significa que un mismo medio de pago puede habilitar viajes multimodales (bus, metro, tren, bicicleta compartida) con tarifas integradas y límites diarios (“fare capping”).
La clave para los tomadores de decisión: el pago abierto no es solo comodidad para el pasajero, es una infraestructura financiera que reduce costos, aumenta la transparencia y genera nuevas oportunidades de integración con bancos y fintechs.
2. Retos financieros actuales del transporte y movilidad digital
Aunque la tendencia apunta hacia digitalización del transporte, la realidad en gran parte de la región sigue marcada por desafíos estructurales:
Dependencia del efectivo
Aún se manejan grandes volúmenes de efectivo en estaciones y buses. Esto genera costos de seguridad, riesgo de robo y procesos de conteo y traslado de dinero poco eficientes.
Fricción para el usuario
Tener que comprar y recargar tarjetas cerradas desincentiva el uso del transporte público y limita la integración con otros servicios.
Fragmentación de sistemas de cobro
Cada operador maneja plataformas desconectadas, lo que dificulta consolidar datos financieros y operativos.
Baja inclusión financiera
Conductores independientes, proveedores de mantenimiento y talleres siguen fuera del sistema bancario, cobrando en efectivo y sin acceso a servicios financieros.
Falta de trazabilidad
Auditar subsidios, incentivos o gastos por ruta se convierte en un reto administrativo que consume tiempo y recursos.
Estos problemas no son solo técnicos: impactan directamente en la sostenibilidad financiera y operativa de las empresas de movilidad digital.
3. Pagos abiertos: la solución que conecta usuarios, operadores y finanzas
La transición hacia pagos abiertos en transporte representa un cambio estructural:
Para el usuario
Significa pagar como quiera (tarjeta, billetera, QR), sin depender de una tarjeta cerrada
Para el operador de transporte
Menos efectivo en circulación, más seguridad y reducción de costos administrativos.
Para las entidades financieras
Integración con nuevos canales de recaudo digital y acceso a datos transaccionales para crear productos financieros alineados a la movilidad digital.
El caso Yape–Plin en Perú es un ejemplo concreto: tras la interoperabilidad, procesan más de 2,4 millones de transacciones diarias (BCRP), demostrando que interoperabilidad e inclusión financiera son posibles a gran escala.
En transporte, esto significa que subsidios estatales, viáticos o incentivos pueden dispersarse de forma digital e inmediata, llegando incluso a actores no bancarizados vía billetera o corresponsal físico.
4. ¿Dónde entra Puntored en esta nueva era de movilidad?
Los pagos abiertos en transporte resuelven el recaudo del pasajero, pero la operación de movilidad digital es mucho más compleja:
- Conductores y operadores externos que requieren pagos diarios o semanales.
- Estaciones de servicio y proveedores de combustible que deben recibir pagos en tiempo real.
- Talleres y aseguradoras que cobran por mantenimiento, SOAT y pólizas.
- Subsidios estatales que deben llegar a comunidades vulnerables.
Ahí es donde Puntored conecta la movilidad con el sistema financiero.
4.1 Recaudo digital + pagos masivos integrados
Puntored transforma el dinero recaudado digitalmente en pagos masivos automatizados hacia todos los actores de la cadena: conductores, terceros, proveedores y operadores.
- Se cargan lotes de pagos por archivo o API.
- Se configuran reglas por ruta, vehículo o proveedor.
- Los pagos se ejecutan 24/7, sin depender de horarios bancarios.
- Cada beneficiario cobra como prefiera: cuenta, billetera interoperable o corresponsal.
4.2 Transparencia y control financiero
Cada transacción lleva un identificador único (placa, ruta, centro de costo, concepto de gasto). Los dashboards permiten generar reportes inmediatos para auditores, entes públicos o juntas directivas.
4.3 Inclusión financiera en la última milla
Gracias a la red híbrida de Puntored, los pagos llegan incluso a actores sin cuenta bancaria. Un conductor puede retirar sus ingresos en un corresponsal cercano; un pequeño taller recibe su pago en billetera digital. Esto no solo es eficiencia: es inclusión social.
5. Más que pagar: habilitar el siguiente movimiento
En movilidad, cada pago no cierra un ciclo: habilita el siguiente.
- Un conductor que recibe viáticos a tiempo sale a ruta.
- Un proveedor que cobra sin fricción mantiene la operación de la flota.
- Un pasajero que paga con tarjeta sin contacto confía más en el sistema de transporte.
Con Puntored, los pagos masivos y abiertos se convierten en un motor de eficiencia, confianza e inclusión financiera, alineados a la transformación digital que ya está marcando el sector.
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